Por encima de los aprendizajes concretos de cada asignatura, que a lo largo de los años acumula un alumno que pasa por un centro como el Colegio San Agustín de Mallorca, lo que con el paso de los años recuerdan los antiguos alumnos es el cariño de personas concretas, la entrega de profesores que les ayudaron a superar un problema determinado o que les apoyaron en una dificultad.

Lo que hay detrás de la entrega, la generosidad, el compromiso para sacar adelante a los chicos o el interés para que los alumnos terminen su etapa escolar con la cabeza y el corazón bien amueblado es la vocación. En este caso, la comunidad educativa ha dado gracias por la vocación docente de un profesor que finaliza su etapa laboral y la de un religioso que celebra los veinticinco años como sacerdote.

Así felicitaban alumnos y compañeros docentes a Tolo Palmer, en su último día en el colegio.

Por otra parte, el director del Colegio San Agustín de Mallorca, ha recibido el afecto de familiares, amigos y otros compañeros religiosos de la comunidad de agustinos de la isla, en un aniversario como este. Tampoco faltó la felicitación institucional de la diócesis, en la que el P. Pedro José ha desarrollado su ministerio durante estos años; y del Prior General de la Orden de San Agustín, P. Alejandro Moral Antón., que también quiso acompañar al agustino y dar gracias a Dios por su vida de servicio y generosidad.