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Los agustinos en Cuba: vuelta a las actividades, después del parón pastoral de la pandemia

La pandemia del Covid ha dejado a las comunidades parroquiales de la isla de Cuba sin muchas de las actividades a las que estaban acostumbradas. Afortunadamente, parece estar llegando a su fin este parón pastoral. Poco a poco se están retomando algunas de las acciones que los religiosos agustinos venían desarrollando con los equipos de catequistas y voluntarios.

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“Desde hace unas semanas, podemos volver a visitar y celebrar los sacramentos en las comunidades de misión de los agustinos en Cuba”, explica el misionero agustino P. José Alberto Escobar.

Últimamente se ha intensificado de forma notable la labor de los hermanos agustinos de la Parroquia de la Inmaculada Concepción en Chambas, con el apoyo del P. Aloyce Matanda, quien reside habitualmente en Puerto Padre, pero que en este mes de octubre y parte de noviembre estará apoyando al P. Francisco Iturbe en todas las tareas que la mejoría de la pandemia permite.

En la fotografía se ve al P. Aloyce con un grupo de laicos en el interior de la capilla, en Punta San Juan, después de celebrar la Eucaristía tras un largo período de confinamiento.

El P. José Alberto indica que, una tarea muy valiosa que se ha llevado a cabo durante este tiempo de pandemia ha sido la realizada en la parroquia por los voluntarios y colaboradores laicos de Cáritas. Se han comprado algunos productos básicos de alimentación y de aseo que se han distribuido entre personas sin recursos materiales. “Gracias a las ayudas recibidas por Cáritas en la Provincia de Ciego de Ávila -señala- hemos podido aliviar en algo a nuestros hermanos más necesitados en las comunidades en las que estamos presentes, sin mirar qué credo religioso o ideología comparten”.

Los agustinos en Cuba

En la actualidad, la Delegación agustina en Cuba, dependiente de la Provincia de San Juan de Sahagún, tiene tres comunidades que desarrollan una actividad pastoral a través de las parroquias y, otra educativa, en el Instituto de Estudios Eclesiásticos P. Félix Varela.

La presencia de los agustinos en Cuba se remonta a finales del S.XVI y ha estado marcada por los avatares históricos de la Isla en tres etapas: desde 1588 a 1842, posteriormente desde 1899 a 1961 y en la actualidad desde 2006. En estos años de la tercera etapa, los misioneros agustinos, como testigos del Evangelio, han compartido la realidad del pueblo cubano, con sus luces y sus sombras, viviendo con esperanza la situación de la Iglesia marcada por la escasez de agentes de pastoral y sacerdotes cubanos, así como la falta de recursos y posibilidades pastorales para llevar a cabo la misión evangelizadora.

A través de tres núcleos misioneros en Chambas, Puerto Padre y La Habana, la Orden de San Agustín está al servicio de la Iglesia y la sociedad cubana, tanto en el ámbito parroquial como en el cultural.

“Tenemos a nuestro cargo tres Parroquias -explica el P. Luciano Borg, uno de los seis agustinos presentes en Cuba-. Dos extensas parroquias rurales: la Parroquia de La Inmaculada Concepción en Chambas (Provincia central de Ciego de Ávila) con la atención de 11 comunidades de fe, un dispensario de medicinas, reconstrucción de templos parroquiales, y la Parroquia de San José en Puerto Padre (Provincia oriental de Las Tunas) que atiende a 17 comunidades de fe, 4 comedores sociales, Pastoral de la Salud, etc. Y una tercera, de ámbito urbano en el casco antiguo de la Habana, la Parroquia del Cristo del Buen Viaje”. Esta última está situada a apenas diez metros del Capitolio de La Habana, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.

La Delegación de la Orden de San Agustín en Cuba vive muy de cerca las necesidades y los anhelos de los cubanos. Es una Delegación muy cosmopolita, formada por un religioso maltés, un religioso panameño, uno tanzano y tres españoles.

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