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Ordenación de dos agustinos de diácono y presbítero en la Basílica del Monasterio de El Escorial (Madrid)

El día 23 de octubre, en la Basílica del Real Monasterio de El Escorial, el obispo agustino Mons. Luis Marín de San Martín, ha ordenado diácono a Fr. Onesmo Jospeh Masabo y presbítero a Fr. Charles Chukwuebuka Ugonwafor, religiosos agustinos de Tanzania y Nigeria, respectivamente.

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Acompañando a los hermanos en su ordenación estaban una treintena de agustinos llegados de diversas comunidades, jóvenes profesos de El Escorial y de Valladolid, algunos fieles y amigos de los agustinos y los familiares de Fr. Charles, quienes habían llegado de Inglaterra, Irlanda y Nigeria y que fueron los que dieron la nota de alegría en el encuentro posterior a la celebración con su música y danzas.

Para conocer un poco más a Onesmo y Charles hemos conversado con ellos.

El 23 de octubre, en la Basílica de El Escorial, han sido ordenados diácono Fr. Onesmo J. Masabo y presbítero Fr. Charles Ch. Ugonwafor.
Fr. Onesmo Joseph Masabo (Diácono)

Nací en Iringa (Tanzania) y pertenezco a la tribu Hehe, famosa en aquella zona. Soy religioso agustino de la Provincia de San Juan de Sahagún. Aunque en mi diócesis de nacimiento no había agustinos, mi primer conocimiento de los ellos en Tanzania fue a través de un exseminarista agustino, que antes había sido monaguillo en mi parroquia, como yo también lo había sido. El vicario parroquial fue quien me presentó a los agustinos y ellos me aceptaron como aspirante en el seminario menor que tienen en Mahanje en el año 2006.

Una vez hechos los estudios de secundaria y el bachillerato, hice los cursos de Filosofía en el Jordan  University College de Morogoro, ciudad donde tiene otra casa seminario para los filósofos y teólogos. Al acabar la filosofía fui, con mis compañeros de promoción, al Noviciado en Mwanza, ciudad al norte de Tanzania, al lado del lago Victoria. El día 1 de julio de 2016 hice la primera profesión y me enviaron a la casa de formación de Valladolid (España) para que hiciera los años de Teología en el Estudio Teológico Agustiniano de dicha ciudad. El 27 de junio de 2020 emití en Valladolid los votos solemnes en la Orden de San Agustín y ahora he sido ordenado diácono.

El día de la ordenación de diácono ha sido increíble, ha estado lleno de bendiciones de Dios. Ahora toca servir a los demás como Él quiere. Un abrazo y mi bendición diaconal.

P. Charles Chukwuebuka Ugonwafor (Presbítero)

Nací en Onitsha (Nigeria) el 22 de agosto 1993 y soy religioso agustino de la Provincia de Nigeria. Mi familia es de la tribu Igbo y nunca he perdido esa identidad tradicional en que mis padres me educaron – el idioma, la cultura y los valores-. La mañana de mi ordenación me había puesto uno de los vestidos tradicionales de mi tribu que se llama isi odum, la cabeza de león, por las pinturas de leones que tiene.

Crecí en Jimeta-Yola en el estado de Adamawa, noreste de Nigeria. Allí tuve el primer contacto con la comunidad de los padres agustinos en Bekaji. Fui admitido en 2011, terminé el grado de filosofía en 2014 y profesé mis primeros votos el 29 de julio de 2015. Llegué a España en el año 2016 para continuar con la Teología en el Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid, que terminé en el 2019. Actualmente estoy preparándome para defender mi tesina para la Licenciatura en Teología Fundamental.

Mi ordenación presbiteral contó con la presencia de mis padres, que vinieron desde Nigeria, y mis tíos y primos que viajaron desde Londres y Dublín para estar conmigo. Me sentí muy feliz por estar rodeado de algunos miembros de mi familia en una celebración tan importante como la ordenación. Ser sacerdote en mi tribu es un gran honor, por eso la celebración de la ordenación tiene que ser grande y después hay que festejarlo con danzas y comida, cosa que hicimos al finalizar la ceremonia en la Basílica.

Palabras de Mons. Luis Marín de San Martín (Obispo)

«Charles, Onesmo, el servicio de amor que debéis ejercer en favor del Pueblo de Dios, como presbítero y como diácono, os vincula a Jesucristo y os exige la mayor fidelidad desde la intimidad con él. Pide de vosotros una vida santa, inspirada en el radicalismo evangélico, una vida, como la de Jesús. Junto a él encontraréis la alegría, la fortaleza y la seguridad necesarias para la misión, que es gozoso testimonio de aquel que es la razón de nuestra vida».

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