Evangelio del II domingo de Pascua: Domingo de la Divina Misericordia

Evangelio del II domingo de Pascua: Domingo de la Divina Misericordia

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Evangelio del II domingo de Pascua: Domingo de la Divina Misericordia

El domingo siguiente al Domingo de Resurrección, la Iglesia celebra la Divina Misericordia. El Evangelio de este día invita a tener confianza en Dios y ser misericordiosos con el prójimo.

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A veces podemos presentar, ver y creer como dos acciones complementarias. Como si ver fuera cosa de gente terrenal y creer cosa de gente más espiritual o religiosa. Los discípulos habían creído en Jesús al comienzo del evangelio, en las bodas de Caná (Jn 2,11), al ver cómo Jesús cambiaba la vida que vemos con nuestros ojos en una vida que ni nos atreveríamos a soñar.

El domingo 11 de abril la Iglesia celebra el segundo domingo de Pascua y también el Domingo de la Divina Misericordia. Repasamos el Evangelio de este día.

Creyeron que era el Mesías y el libertador. Tomás no sólo cree que Jesús es el Mesías, sino que cree que es “su” mesías: “Señor mío y Dios mío”. Sus ojos ven a Jesús, pero su boca declara una relación especial con este Jesús, un vínculo personal que rompe otros vínculos. Se ata a Jesús para dejar de estar atado a sus miedos, a sus ambiciones o incluso al mismo domino de la muerte.

Ha tenido que pasar todo el evangelio y todo lo que ha pasado a la humanidad de Jesús para que Tomás, para que cualquiera que se llame discípulo de Jesús, pueda poner ese sencillo pronombre personal que no sólo implica todas las decisiones de mi vida sino que define de nuevo cada dimensión de la persona a la medida de Cristo, de alguna forma recrea al ser humano no a la medida del hombre esclavo de la muerte sino a la medida del Hijo de Dios, que acepta la muerte y sus llagas, pero se descubre liberado de su esclavitud.

Nuestros ojos ven nuestras expectativas y ambiciones, y ante el sufrimiento del hombre volvemos la mirada porque tememos seguir siendo esclavos del miedo al dolor y a la muerte. Lleva tus manos a las llaga de la humanidad, tócalas, y mira, pero mira bien, como hizo Tomás, de quien dice San Agustín que “veía al hombre y en el hombre veía lo que no veía”: (In Io 121,5)

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8 de abril: Celebración del Día Internacional del Pueblo gitano

8 de abril: Celebración del Día Internacional del Pueblo gitano

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Fr. Alberto Pérez, religioso agustino, nos habla del pueblo gitano y de su apostolado con ellos

Cada 8 de abril se celebra el Día Internacional del Pueblo gitano, conmemorando la reunión que los líderes gitanos tuvieron en Londres el año 1971, y donde se decidieron la bandera y el himno del pueblo gitano. Hace 50 años que nació oficialmente la nación gitana, dispersa por todo el mundo.

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Para hablarnos de la realidad gitana tenemos a Fr. Alberto Pérez OSA, quien lleva nueve años viviendo y trabajando con ellos como Director del Secretariado de la pastoral gitana de la Diócesis de Barcelona.

1. ¿En qué parte del mundo tiene su origen el pueblo gitano?

Según los últimos estudios tiene su origen en el norte de la India, en el Punjab, la zona de los cinco ríos, entre la India y Paquistán. De ahí se extendieron por todo el mundo, asentándose bastantes de ellos en el Asia Menor, en la zona del actual Egipto. De hecho, su nombre procede de ahí. Se les llamaba egipcianos y posteriormente pasaron a llamarse gitanos. Esto hizo pensar, de forma equivocada, que procedían del Asia Menor. La realidad es que tanto sus rasgos genéticos como sus expresiones culturales y espirituales proceden de esa zona del Punjab.  

2. ¿Desde cuándo están los gitanos en España?

Esta registrada la entrada de los primeros gitanos en la península en el año 1425. Esto quiere decir que llevan aquí como pueblo, con su idioma, cultura y costumbres muchos siglos, formando parte del paisaje y del paisanaje. Los lugares donde más se concentran en España son Andalucía y Cataluña, pero se les puede encontrar en todo el territorio nacional.

Fr. Alberto Pérez, religioso agustino, nos habla del pueblo gitano y de su apostolado con ellos, con motivo del Día Internacional del Pueblo gitano.

También están presentes en Europa, en todo el continente americano, por el norte de África. Ellos conservan su sentimiento apátrida, sin fronteras, de ser errantes de corazón, aunque la mayoría ya sean sedentarios, por lo menos aquí en España.

3. ¿Siguen viniendo gitanos de otras partes del mundo a España o los que hay son gitanos españoles de nacimiento?

Hay una cierta inmigración a España de gitanos rumanos, húngaros, franceses, pero la mayoría de los gitanos ya están asentados en España desde hace mucho tiempo, por lo que son españoles de nacimiento. Al considerase todos ellos como un pueblo, una familia grande y universal, tienen parientes por todas las partes del mundo, pero suelen ser estables en sus lugares.

4. ¿Qué puede aportar su forma de entender la vida al resto de la sociedad?

Ellos mantienen unos valores positivos que nos pueden ayudar mucho al resto. Entre estos tenemos el de la familia, no solo como los padres y sus hijos, sino la familia en sentido amplio, donde entran tíos, sobrinos, primos, cuñados, etc. En ella se encuentran todos unidos y juntos. También está la gran valoración, la veneración que sienten por las personas mayores, a las que consideran con autoridad moral para conciliar, aunar criterios, objetivos. La palabra del gitano es ley entre ellos.  Otros valores son el recuerdo a los antepasados, a los difuntos, el amor a la libertad, de su vida errante, sin fronteras. Su espiritualidad, sensibilidad hacia la naturaleza.

5. Se habla en la Iglesia de una pastoral gitana ¿por qué?

Porque es un pueblo con unas características muy específicas, tanto en su forma de entender la vida, de actuar, de expresarse espiritualmente, que requiere un tipo de acercamiento y evangelización diferente. No se puede asimilar a los gitanos a una pastoral común del resto, porque así no se llega a ellos. Solamente se logra que se alejen.

6. ¿Cómo tendría que ser pues la pastoral con ellos?

Una pastoral misionera, de encuentro, de inculturación, de hacerse uno con ellos. No de razonamientos, de teorías teológicas, morales, sino de la práctica, de estar con ellos, de caminar a su lado, de estar en sus ambientes, de pisar la calle continuamente, de gestos, de encarnación. Es una pastoral que no tiene horario ni despacho.

7. ¿Se puede decir que las diócesis, parroquias, comunidades cristianas, están implicadas en esta evangelización?

No podemos decir que los gitanos sean acogidos y entendidos en todos esos ámbitos que se indican. Hay muchos prejuicios por experiencias personales o por cosas que nos han contado sobre los gitanos. En las parroquias solamente se les suele atender desde el punto de vista caritativo, con frecuencia de una forma paternalista y con condiciones. Pocas veces hay un acercamiento personal a ellos, a su realidad. No se les suele invitar a formar grupos, a participar en las catequesis, en la liturgia. Los que trabajan pastoralmente con los gitanos solemos ser en muchos aspectos francotiradores.

8. ¿Cómo te sientes tú viviendo y compartiendo la vida como religioso agustino con el pueblo gitano?

Yo me siento bien en este trabajo que me encomendó el Arzobispo de Barcelona, y para el que tengo el permiso de mi comunidad religiosa y lo asumo desde la espiritualidad de la Iglesia en salida, de la que tanto nos habla el Papa Francisco, y con un carácter eminentemente misionero. Esto supone para mí una dedicación completa, en cuerpo y alma, intentando vivir lo más posible con ellos y desde ellos, para conocerlos y amarlos como son, con todo lo bueno y no tan bueno que puedan tener, como todo ser humano. Esto me ha enriquecido mucho, me ha ayudado a vencer mis prejuicios iniciales que, como payo que soy, solemos tener de los gitanos.  Me he agitanado un poco desde dentro para poderlos comprender, sacrificando mi propia espiritualidad, mi vida.

9. ¿Encuentras algún aspecto agustiniano en la vivencia espiritual del pueblo gitano?

Como Agustín, los gitanos son muy humanos, cercanos, familiares, comunitarios. Tienen un gran aprecio por la interioridad, la contemplación, por las motivaciones que encuentran en el corazón, más que en la razón. Aunque parezcan muy extrovertidos que sí lo son, están muy atentos a sus afectos, emociones y, desde allí, viven la espiritualidad, el encuentro con Dios, con mucha pasión y convicción. Acogen al huésped, se sienten peregrinos, en camino, ciudadanos del mundo, parte del cosmos.

10. Para finalizar, Fr. Alberto, ¿cuéntanos cómo reza el pueblo gitano?

Pues lo hace de una forma muy solemne y seria, como serio para ellos es dirigir la palabra al ser más anciano del mundo, que es Dios. Ante Él y la Virgen ponen todas las necesidades materiales, todas las inquietudes personales, de la familia, piden por los familiares, vivos y especialmente por los difuntos, por la paz entre todos ellos, por tener una larga vida, suerte y salud. Una oración sencilla, cercana, muy sentida y confiada.

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Ordenación episcopal del nuevo Subsecretario del Sínodo de los Obispos, el religioso agustino P. Luis Marín de San Martín

Ordenación episcopal del nuevo Subsecretario del Sínodo de los Obispos, el religioso agustino P. Luis Marín de San Martín

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Ordenación episcopal del nuevo Subsecretario del Sínodo de los Obispos, el religioso agustino P. Luis Marín de San Martín

El domingo 11 de abril, segundo domingo de Pascua y Fiesta de la Divina Misericordia, a las 12:00 del mediodía, la Catedral de La Almudena de Madrid acogerá la ordenación episcopal del P. Luis Marín de San Marín OSA. La celebración, que se desarrollará conforme a las pautas de las autoridades sanitarias y podrá seguirse en directo por 13 Tv, estará presidida por el Arzobispo de Madrid, el Cardenal Carlos Osoro.

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Inicialmente estaba previsto que la Eucaristía la presidiera el Cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo de los Obispos, pero finalmente no viajará a Madrid por «cuarentena preventiva», según han confirmado fuentes de la Secretaría General del Sínodo. También estaba prevista la asistencia de Sor Nathalie Becquart, XCMJ, Subsecretaria del Sínodo, que finalmente no podrá asistir por haber dado positivo por coronavirus este mismo jueves, si bien permanece asintomática.

Mons. Luis Marín, que estuvo de ejercicios espirituales durante la Semana Santa, y no ha tenido «ningún contacto» reciente con sor Becquart, se ha realizado el preceptivo test de coronavirus antes de viajar a España, «con resultado negativo».

«El cardenal Grech y sor Becquart, junto a todo el personal de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, están espiritualmente y efectivamente unidos a S.E. Mons. Luis Marín y le expresan sus felicitaciones», aseveran desde la Secretaría General.

Asistirán a la ceremonia obispos de varias diócesis españolas para acompañar al P. Luis Marín en su consagración episcopal, además de numerosos religiosos agustinos, familiares y amigos.

La parte central de la ordenación episcopal tendrá lugar después de la proclamación del Evangelio y consta de las siguientes partes:

  • Invocación al Espíritu Santo con el canto del himno «Veni, Creator Spiritus».
  • Presentación del candidato, P. Luis Marín, y lectura del mandato apostólico.
  • Promesas del P. Luis Marín de conservar la fe y cumplir su ministerio.
  • Postración del P. Luis Marín y canto de las letanías.
  • Imposición de manos por parte del Cardenal Grech y plegaria de ordenación.
  • Unción de la cabeza del obispo ordenado con el Santo Crisma.
  • Entrega del Evangeliario al nuevo obispo como señal de la proclamación de la Palabra de Dios.
  • Entrega de las insignias episcopales: el anillo como signo de fidelidad a la Iglesia; la mitra como signo de pureza y santidad; el báculo como señal del ministerio pastoral.
  • Saludo afectuoso de los obispos presentes al nuevo obispo ordenado.

A partir de este momento la celebración continúa con la liturgia eucarística, como en una misa estacional.

Mons. Luis Marín ha escogido como lema episcopal “Deus Caritas est”, cita tomada de la primera carta de san Juan 4,16: “Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”, con resonancias agustinianas (cf. Tratados sobre la Primera Carta de Juan 7,4; De catechizandis rudibus 1,8,4), que expresa el centro de la fe cristiana y el mensaje fundamental del Evangelio. Esta profunda realidad marca el camino moral y pastoral como respuesta al don del amor con el cual Dios viene primero a nuestro encuentro y ofrece la clave de la participación del ser humano en la naturaleza divina.

En el escudo episcopal se puede ver, en la parte superior, sobre campo de oro, el emblema de la Orden de San Agustín: el corazón traspasado por el dardo del amor divino e inflamado por la llama de la caridad, sobre el libro abierto de la Palabra de Dios. El color dorado indica el ámbito de lo divino. Los símbolos recuerdan la experiencia interior de San Agustín (cf. Confesiones 8,12,29; 10.6.8; Comentario al Salmo 44,16; 137,2). En la parte inferior, sobre un color azul intenso, aparecen tres estrellas de oro, que simbolizan las tres virtudes teologales (fe, esperanza y caridad), que disponen a los cristianos a vivir en relación con Dios. Son de ocho puntas, símbolo de las bienaventuranzas evangélicas. El color azul indica la vida espiritual y al ascenso del alma hacia Dios. Debajo, el mar, de plata, con tres fajas ondeadas de azur, hace referencia tanto al apellido Marín como a la misión evangelizadora de la Iglesia, que debe llevar a todos los rincones del mundo la Buena Noticia de Cristo.

Por otra parte, el jueves, 8 de abril, a las 20:00 horas, en la Parroquia agustina de Santa María del Bosque, de Madrid, el P. Luis Marín, OSA, participará en una oración vocacional, a la que puedes unirte a través de nuestro canal de Youtube.

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Los capellanes de hospitales, «Premio Carisma» de CONFER

Los capellanes de hospitales, «Premio Carisma» de CONFER

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Los capellanes de hospitales, entre los que hay un grupo de religiosos agustinos, han sido galardonados con el ``Premio Carisma de Salud`` que otorga CONFER

Es el segundo año que la Conferencia Española de Religiosos, CONFER, otorga estos galardones, que tienen como finalidad reconocer el trabajo que diferentes personas o instituciones realizan acorde al fin fundamental de la CONFER: animar, servir y promover la vida religiosa.

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Por ello, la CONFER premia a diferentes personalidades a las que se reconocen sus valores evangélicos en el ejercicio de su trabajo diario. En esta ocasión los galardonados han sido:

Los capellanes de hospitales han sido galardonados con un "Premio Carisma", en la segunda edición de estos premios que otorga CONFER.
  • Premio Carisma de Formación y EspiritualidadJosé Ramón Busto Saiz, sacerdote de la Compañía de Jesús. Por su dedicación incansable, inspiradora y de calidad, a la formación e investigación en el campo de la exégesis bíblica durante cuarenta y tres años, desde 1978, en la Universidad Pontifica de Comillas y en innumerables ámbitos de formación no reglada.
  • Premio Carisma de Justicia y SolidaridadFundación Madrina. Por su apoyo y protección a la infancia más vulnerable y a la mujer en su maternidad frente a la exclusión social, educativa y laboral.
  • Premio Carisma de Misión y CooperaciónLa Iglesia en Canarias y en particular a Antonio Viera. Por su denuncia de las condiciones en las que se encuentran los extranjeros que llegan al CIE Barranco Seco en Las Palmas de Gran Canarias, así como su lucha incansable hasta conseguir su cierre.
  • Premio Carisma de EducaciónRaquel Pérez Sanjuan , Directora de la Comisión Episcopal para la Educación y la Cultura. Por su trabajo para la defensa de la asignatura de Religión como necesaria para una completa formación de los niños, adolescentes y jóvenes españoles.
  • Premio Carisma de Pastoral Juvenil VocacionalJóvenes Dehonianos. Por sus campañas de publicidad creativas y actuales con el objetivo de impulsar el conocimiento y promoción de la Vida Religiosa en nuestra sociedad.
  • Premio Carisma de Salud : A los Capellanes de Hospitales durante la COVID. Por su labor de acompañamiento y consuelo a las víctimas del coronavirus que se encontraban solas en los hospitales. Por sus oraciones en el Palacio de Hielo y los cementerios sin la presencia de las familias. Ha sido una labor silenciosa pero fundamental para el consuelo de las familias. Entre ellos hay un grupo de religiosos agustinos con el que hemos hablado y recogido su testimonio.
  • Premio Carisma de ComunicaciónMabel Lozano, escritora, actriz y directora de cine. Por su compromiso en la lucha contra la prostitución, la explotación sexual y la trata de seres humanos.
  • Premio Carisma Fe y CulturaLa Fundación Pablo VI , Institución cultural y de estudios superiores creada por el Cardenal Herrera Oria. Por su diálogo con la política, la cultura y la sociedad; la ciencia, la tecnología y la bioética; la justicia social, la promoción humana, el desarrollo y la ecología sobre la base del humanismo cristiano.
  • Premio Carisma de ImpactoJordi Sabaté, enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Por su campaña “Mueve un dedo por la vida” y por el incansable empeño en acercar el conocimiento de esta enfermedad degenerativa a la sociedad e impulsar su investigación, todo ello a través del humor y siempre en defensa de la vida.
  • Premio Carisma Especial : José Luis Pinilla, religioso sacerdote de la Compañía de Jesús. Por su labor encomiable en materia migratoria y defensa de los derechos humanos haciéndose amigo y hermano de los pobres a ejemplo de Pedro Arrupe; vocación religiosa que se hace entrega sobre todo en el desamparado.

El jurado que conforma estos premios está formado por: Jesús Miguel Zamora, Secretario General de la CONFER; Eva Silva, Responsable Servicio de Comunicación de la CONFER; José María Legorburu, Vicepresidente de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIPE); Elsa González, Consejo de Administración de Telemadrid; Santiago Riesco, Periodista de RTVE; José Beltrán, Director de Vida Nueva; Silvia Rozas, Directora de Ecclesia; Manolo Bretón, Presidente de Cáritas Española; Mayte Ortiz, Directora Fundación SM y Eva Fernandez, Corresponsal del Grupo COPE en Italia y Vaticano.

También se reconoce la labor de personas y/o instituciones comprometidas con los demás a través de diversos ámbitos de su actividad personal o profesional.

La entrega de premios será el próximo mes de junio (fecha y hora por confirmar), en el Espacio O_Lumen situado en la calle de Claudio Coello, 141, Madrid.

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«No dejemos pues que la muerte y el pesimismo nos invadan»

«No dejemos pues que la muerte y el pesimismo nos invadan»

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P. Alejandro Moral Antón, OSA: ``No dejemos pues que la muerte y el pesimismo nos invadan``

El Prior General de la Orden de San Agustín, P. Alejandro Moral Antón ha hecho público un mensaje dirigido a religiosos, hermanos y hermanas y laicos , en el que les invita a dar testimonio de la resurrección del Señor.

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En su mensaje de Pascua, el Prior General invita a toda la familia agustiniana a «ser testigos de esa Luz que ilumina a todo ser humano».

Por otra parte, el P. Domingo Amigo, Prior Provincial de la Provincia agustina de San Juan de Sahagún de España, también ha escrito un mensaje en el contexto de la Pascua, que puedes escuchar en la última entrega del podcast «Los Agustinos a tu lado».

En él señala que aunque estamos viviendo una situación con muchas complicaciones, debido a la pandemia, este tiempo duro también nos ha ayudado a poner nuestra confianza en Dios.

«El Señor nos invita a dejar que la Luz de Cristo ilumine nuestra vida -afirma el Prior Provincial-. Pidamos al Señor que podamos hacer vida, en nosotros, la experiencia de los apóstoles, para que anunciemos con gozo la alegría de la Pascua».

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Cuatro días que cambiaron la Historia: Domingo de Pascua

Cuatro días que cambiaron la Historia: Domingo de Pascua

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Domingo de Pascua: La vida triunfa sobre la muerte

Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección. Son cuatro días que cambiaron la Historia y que cada año los cristianos celebramos para recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Ofrecemos una reflexión de cada uno de estos días, desde la perspectiva de la espiritualidad agustiniana y con la intención de que ayuden al lector a entender mejor su fe y a vivir con más sentido estos días.

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Este es el día que hizo el Señor, nos recuerda gozosamente la liturgia. La resurrección cambió el pulso de la humanidad. A primera vista, parece que todo haya quedado igual, que el mal continúa produciendo charcos de sangre y de lágrimas. El Resucitado, sin embargo, es la respuesta a nuestra torre de preguntas, la confianza frente a la duda y el grito de protesta. “Caminamos en la experiencia de la fatiga, pero en la esperanza del descanso; en la carne de la vejez, pero en la fe de la novedad” (Carta 55, 26).

Para hablar de la resurrección nos faltan palabras. San Agustín expresa la necesidad de no poder hablar y no poder callar sobre Dios. El silencio debe suplirse por el júbilo y el canto. “Es inefable lo que no puedes expresar con palabras. Pero si no lo puedes pronunciar, y tampoco lo debes callar, ¿qué queda, sino que te desahogues en el júbilo, para que, sin palabras, se regocije tu corazón, y el campo inmenso de las alegrías no quede aprisionado por los límites de las sílabas. Cantadle bien con júbilo. (Comentarios a los Salmos 32, II, 1, 8)

La historia de Jesús no concluye en una cruz izada en la cumbre del Gólgota, sino que la cruz es el mástil de la esperanza invencible. “Dios venció a la muerte para que la muerte no venciera al hombre” (Tratados sobre el evangelio de San Juan 14, 13).

El Domingo de Pascua, celebramos la Resurrección de Jesús, un acontecimiento que cambia el pulso de la humanidad y que es sinónimo de alegría.

Domingo de alegría, Dios es alegría. Hay alegrías efímeras, de corta duración. La alegría de la Pascua es indestructible, inacabable, sanadora. “Corazón alegre favorece la curación, ánimo abatido seca los huesos” (Prov 17, 22). Existe la alegría posible y la imposible. Basta cerrar los ojos, sentir el dolor que a veces atesoramos, y cumplir el recado de poner el oído al latir del propio corazón. En medio de un mundo dolorido por la pandemia, “De pie sobre la muerte, Cristo erguido / en viva geometría de ternura, / levantas en tus brazos a la altura / la esperanza del hombre redimido” (Miguel Combarros).

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Cuatro días que cambiaron la Historia: Sábado Santo

Cuatro días que cambiaron la Historia: Sábado Santo

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Sábado Santo: Santa María de la Esperanza

Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección. Son cuatro días que cambiaron la Historia y que cada año los cristianos celebramos para recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Ofrecemos una reflexión de cada uno de estos días, desde la perspectiva de la espiritualidad agustiniana y con la intención de que ayuden al lector a entender mejor su fe y a vivir con más sentido estos días.

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Sábado de silencio, de triste quietud, de soledad de María. ¿Quién podría mantener más viva la esperanza de la resurrección de Jesús que su madre? Ella, sabía, como nadie, que para Dios nada hay imposible. El Padre y hasta los más amigos habían abandonado a Jesús, pero las cicatrices de la muerte se iban a cerrar para que los surcos de la sangre se llenaran de vida diferente.

En medio del Sábado Santo, un día triste, de silencio, de ausencia, María mantiene viva la esperanza y muestra que para Dios nada hay imposible.

Santa María de la esperanza cuando comenzó a sentir el peso de otro cuerpo y otro corazón dentro del suyo, y mientras parecía que la losa pesada de un sepulcro hubiera sellado la historia de alguien que fue un cielo en la tierra y soñó con un mundo de hermanos.

Sábado de aparente fracaso de Dios, sábado de búsqueda. Toda búsqueda es insuficiente. Lo saben los científicos y los teólogos. “Cuando un hombre hubiere terminado, entonces comienza (Ecl 18, 6): hasta que lleguemos a esa vida donde seamos llenados de forma que no seamos hechos más capaces, porque seremos tan perfectos que ya no progresaremos, pues se nos mostrará lo que nos basta. Aquí, en cambio, busquemos siempre y el fruto del hallazgo no sea el final de la búsqueda. En efecto, no digo que, porque sólo aquí hay que buscar, no hay que buscar siempre; sino que digo que aquí hay que buscar siempre, precisamente para que no supongamos que alguna vez hay que cesar aquí de la búsqueda” (Tratados sobre el Evangelio de San Juan 63, 1).

El encuentro produce una sed distinta que hay que saciar, un ensanchamiento que pide llenarlo de nuevo. Es más humano buscar la verdad que encontrarla. ¿Vivió también María la noche oscura? El desamparo desde luego que sí por comunión de sentimientos con su hijo abandonado del Padre. La noche es el tiempo de salvación, don de Dios que suscita un nuevo modo de vivir.

María es la mujer doliente al lado de Jesús crucificado. Comparte con él su confianza, pone en manos del Padre la vida de su hijo.  Es la hora de la fidelidad, del amor valiente y de la fortaleza casi sobrehumana, porque una madre está más preparada para morir ella que para asistir a la muerte de su hijo.

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Cuatro días que cambiaron la Historia: Viernes Santo

Cuatro días que cambiaron la Historia: Viernes Santo

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Viernes Santo: Jesús muere levantado en la cruz

Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección. Son cuatro días que cambiaron la Historia y que cada año los cristianos celebramos para recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Ofrecemos una reflexión de cada uno de estos días, desde la perspectiva de la espiritualidad agustiniana y con la intención de que ayuden al lector a entender mejor su fe y a vivir con más sentido estos días.

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El desenlace de la vida de Jesús no es la consecuencia arbitraria de un error judicial provocado por el vocerío del pueblo y tampoco el resultado de la adversidad. Estamos ante el desarrollo del plan de salvación determinado por Dios. Para Jesús, ha llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, es el amor llevado hasta el límite. Las heridas de Jesús nos han curado, afirma Pedro (1 P 2, 24) recogiendo los rasgos más relevantes del siervo de Yahveh.

El Viernes Santo recordamos la Pasión y la muerte de Cristo en la Cruz. Aunque parezca paradójico la muerte forma parte de la Buena Noticia de Jesús.

Día de pasión y de muerte. Los brazos de Jesús, tensamente abiertos y clavados en un madero, son nuestro regazo, la respuesta siempre difícil ante la pregunta sobre el sentido del dolor y de la muerte. Día también de compasión ante las cruces que aplastan a tantos hombres y mujeres que sufren la enfermedad, la violencia, la repatriación. Nunca ha sido sencillo admitir el escándalo de la cruz. San Agustín se pregunta: “¿Dónde está la muerte? Búscala en Cristo; ya no existe; pero existió y murió en él. ¡Oh vida, muerte de la muerte! Levantad vuestro ánimo: la muerte morirá también en nosotros. Lo que fue por delante en la cabeza, se repetirá en los miembros; también en nosotros morirá la muerte” (Sermón 233, 4. 5).

El Crucificado no es el hombre derrotado, sino el Dios que vence a la muerte y desvela el más allá de la muerte.  “La muerte es cierta, pero la hora incierta; en este mundo, lo único que sabemos con certeza es la incertidumbre de la muerte” (Sermón 97, 2). Cuando alguien no habla de la muerte es porque ni siquiera se atreve a pronunciar la palabra. “Dios venció a la muerte para que la muerte no venciera al hombre” (Tratados sobre el Evangelio de San Juan 14, 13).

La muerte de Jesús – aunque parezca paradójico – forma parte de la buena noticia de Jesús. Desde los primeros siglos, algunos han querido hacer de la Iglesia un grupo incontaminado, una selección elitista, cuando es por definición hogar común, hospital de campaña, consulta abierta para los mediocres, los ignorantes, los miembros más claudicantes de la condición humana. Jesús no sufrió para dispensarnos de sufrir, sino para dar valor a nuestro sufrimiento.

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Cuatro días que cambiaron la Historia: Jueves Santo

Cuatro días que cambiaron la Historia: Jueves Santo

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Jueves Santo: La grandeza de la vida

Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección. Son cuatro días que cambiaron la Historia y que cada año los cristianos celebramos para recordar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Ofrecemos una reflexión de cada uno de estos días, desde la perspectiva de la espiritualidad agustiniana y con la intención de que ayuden al lector a entender mejor su fe y a vivir con más sentido estos días.

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El día de los Ázimos, todo estaba preparado para la cena de Pascua: el cordero, el pan sin levadura y el vino. El pan que da Cristo a sus discípulos “es su cuerpo, verdadero don de Dios” (Lc 22,19); el vino, bien precioso que hace la vida agradable (Eclo 32, 6), tiene significado cultual y cultural. Jesús y los suyos celebran un festín ritual y un acto de despedidas que invita al silencio y a las miradas de cariño.

El Jueves Santo se recuerda la institución de la Eucaristía y del sacerdocio, muestra del deseo de Jesús de estar presente en medio de la humanidad.

Un adiós provoca emoción, amor y tristeza al mismo tiempo. El lavatorio era un rito judío de hospitalidad que marcaba las distancias porque lo realizaba una persona de poca categoría de la casa. Se explica así que Pedro, se extrañara al ver a Jesús arrodillado a los pies de los apóstoles con un paño ceñido a la cintura. No es un gesto banal y tampoco de humildad por parte de Jesús. Es la expresión visible de su idea de la vida como servicio, alejada del boato y de las distinciones honoríficas. Si el amor no es inclusivo y servicial, no es nada.

Aquella cena familiar judía – conmemoración del éxodo que liberó a los hebreos de la esclavitud egipcia –, los cristianos la repetimos diariamente en el mundo con el nombre de cena del Señor. “Recibid, pues, y comed el cuerpo de Cristo, transformados ya vosotros mismos en miembros de Cristo en el cuerpo de Cristo; recibid y bebed la sangre de Cristo. Para no desintegraros, comed el vínculo que os une; no os estiméis en poco, bebed vuestro precio” (Sermón 228 B, 3).

La institución de la Eucaristía y del sacerdocio – confiado a un grupo de torpes pescadores – hablan del firme deseo de presencia de Jesús en medio de la humanidad. “Ser cura es imposible, tú lo sabes, Señor. Pero también es maravilloso, yo lo sé”, escribió José Luis Martín Descalzo que vivió atado a la máquina de escribir y, en los cinco años de enfermedad, a la máquina de diálisis.

Hoy es un día para contemplar el amor colmado de Jesús y examinarnos acerca de nuestro amor. Es el testamento que Jesús nos entrega para que sea argumento básico de nuestra existencia. Amar al estilo de Jesús sin miedo a vaciarse.

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Últimas noticias de la Orden de San Agustín enviadas por la Curia General

Últimas noticias de la Orden de San Agustín enviadas por la Curia General

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Últimas noticias de la Orden de San Agustín enviadas por la Curia General

La Orden de San Agustín genera mucha información en todo el mundo. Las principales noticias relativas a la presencia y la misión de todos los religiosos y circunscripciones agustinianas se recogen en el boletín que cada mes se envía desde Roma.

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En el boletín de marzo se pueden leer noticias relacionadas con la nueva web sobre ecología integral, que ha puesto en marcha la Provincia Agustiniana de Nuestra Señora de la Consolación de Brasil.

También recoge información de las últimas profesiones solemnes y ordenaciones. Así como la crónica del encuentro de jóvenes agustinos en Asia Pacifico, celebrado recientemente.

Lee en el siguiente enlace el boletín de la Curia General del mes de marzo de la Orden de San Agustín.

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