“El principal objetivo -explica Jose M. Camarasa, Director de la Escuela de Tiempo Libre-, es formar a los jóvenes de los colegios y parroquias agustinianas en el ámbito del Tiempo Libre, dotándoles de las herramientas y de la titulación necesaria para llevar a cabo su labor como monitores y coordinadores de actividades. Y, lo más importante, es que esta formación sea siempre a la luz de las enseñanzas de San Agustín, que siempre están presentes en la metodología del curso y en los contenidos que se imparten”.

A lo largo del curso, señala José M, “se adquieren habilidades como planificar, organizar, gestionar, dinamizar y evaluar proyectos de tiempo libre educativo, dirigidos a la infancia y la juventud, asumiendo además la creación, control y dinamización del equipo de monitores”.

En los cursos de educación en el Tiempo Libre organizados por la Orden de San Agustín, es esencial profundizar en la espiritualidad agustiniana, por eso el Director de la Escuela indica que “sabemos que todo se ve con un nuevo prisma si se tiene la perspectiva de cuatro valores en torno a los cuales se trabaja: Amor, Sabiduría, Búsqueda e Interioridad; además del Decálogo del Formador Agustiniano”.

Cabe resaltar que, hasta hace unos años, había que homologar este título de Director de Tiempo Libre para que tuviera validez en todo el territorio nacional. Pero, desde que esta titulación se otorga con un valor de Certificado de Profesionalidad, ya es posible acreditarse con él en todo el país.

Tener el grado de Director de Tiempo Libre abre un sinfín de posibilidades, dentro del mundo del voluntariado y del campo laboral relacionado con el ocio y el tiempo libre. Por eso, son muchos los jóvenes que deciden formarse en esta área para contar con nuevos horizontes en el ámbito profesional, además de ser una forma de ampliar sus relaciones personales.