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En las parroquias agustinas, muchos voluntarios dedican su tiempo a atender a los más necesitados, dando testimonio de generosidad y compromiso

En Cuaresma los cristianos estamos llamados a ejercer la caridad fraterna de un modo especial. En este contexto, repasamos la labor que Cáritas desarrolla en las parroquias agustinas.

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Cáritas ha presentado las cuentas de su respuesta en estos meses a los graves efectos sociales de la pandemia.

Más de 500.000 nuevas personas han sido ayudadas por la organización y ha recaudado 65 millones de euros.

Desde las Cáritas parroquiales, muchos voluntarios dedican su tiempo a atender a los más necesitados, dando testimonio de generosidad y compromiso.

Se han destinado 41 millones de euros a ayudas de emergencia, 3,3 millones a infancia vulnerable y cerca de 1 millón a material sanitario y de protección. Las prioridades se ha centrado en el apoyo a las familias que han perdido sus medios de vida, mayores solos y personas sin hogar.

Además de rendir un reconocimiento al profundo dolor por las pérdidas humanas que sigue causado el coronavirus en el conjunto de la sociedad española y, como parte de ella, en la familia Cáritas y en su amplia base social, el informe pone el foco en los hitos de la actividad llevada a cabo para auxiliar a las personas y familias en situación más vulnerable. Los datos no sólo se refieren al trabajo dentro de nuestras fronteras, sino que amplía su mirada hacia el apoyo que Cáritas Española viene dando a las demandas de ayuda de muchas Cáritas hermanas de países empobrecidos golpadas por esta emergencia global.

Durante esta crisis, una de cada tres personas (33%) es nueva o hacía más de un año que no acudía buscando ayuda. Un 26% de quienes han recurrido a Cáritas a causa de esta crisis lo hacen por primera vez.

Más allá del compromiso de las personas voluntarias y contratadas durante la pandemia, la respuesta de Cáritas a las necesidades de esta emergencia está siendo posible gracias a la movilización social y a la explosión de solidaridad que la sociedad española mostró desde el inicio, y que se ha manifestado de manera muy intensa desde el lanzamiento, el 14 de marzo de 2020, de la campaña “Cáritas ante el Coronavirus”.

La limosna de la que hablamos en Cuaresma es una llamada a la caridad fraterna, a la solidaridad con los hermanos. Desde las Cáritas parroquiales, en las parroquias atendidas por religiosos agustinos en la Provincia de San Juan de Sahagún de España, muchos voluntarios dedican su tiempo a atender a los más necesitados, dando un testimonio de compromiso y generosidad.

Acoger, escuchar, ayudar en las necesidades de cada uno y acompañar los procesos de las personas que se acercan a Cáritas son los principales objetivos de los trabajadores y los voluntarios de Cáritas, tal y como explican en el siguiente vídeo.

Según datos del último Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas Española aportados por el coordinador de Estudios en su intervención y que describe la realidad a fecha de febrero pasado, 258.000 personas acompañada por Cáritas viven en hogares que no cuentan con ningún ingreso económico; es decir, son 75.000 personas más que antes del comienzo de esta crisis. Esto se traduce en que más de 825.000 personas acompañadas por Cáritas están en situación de pobreza severa, es decir, con ingresos inferiores a 370 € al mes para un hogar unipersonal o a 776 € para hogares formados por dos adultos y dos niños.

Asimismo, alrededor de 700.000 personas viven en hogares que no pueden hacer frente a los gastos de suministros de su vivienda, es decir, no pueden calentarse adecuadamente o no pueden encender la luz siempre que lo necesitan. El 16% de las familias (cerca de 77.000) se han visto obligadas a cambiar de residencia para disminuir los gastos. Para casi el 45% de los hogares atendidos por Cáritas afrontar los gastos derivados de la vivienda suponen una grave dificultad.

En la presentación de estos datos, el Presidente de Cáritas dedico palabras de agradecimiento a «nuestros voluntarios los que han estado al pie del cañón en las parroquias y proyectos o en la atención telefónica, o a aquellos que tuvieron que retirarse, como medida de prudencia, y desde sus hogares nos han mantenido con su oración; un agradecimiento que hago extensivo a nuestros trabajadores incondicionales y entregados en jornadas interminables».

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