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Los Agustinos de Portugal, con la Virgen de Fátima, en vísperas de los encuentros juveniles del verano
El 13 de mayo, la Iglesia celebra la Virgen de Fátima, una devoción muy arraigada en muchos lugares, especialmente en Portugal, donde tiene su Santuario.
Con ocasión del aniversario de la conversión de San Agustín, el 24 de abril, las parroquias agustinas de Portugal han tenido su peregrinación anual al Santuario de Fátima. En esta ocasión, la han realizado los religiosos agustinos junto con jóvenes de las dos parroquias que atienden en el país luso.
Ese día, los jóvenes que habían hecho la confirmación el año pasado, entraron oficialmente a formar parte de la JAP (Juventud Agustiniana Portuguesa). Asimismo, los más mayores del grupo, hicieron su paso de una etapa a otra.
Juventud Agustiniana Portuguesa
La JAP cuenta con doscientos integrantes, que se agrupan teniendo en cuenta la edad. Así, existen tres etapas: Casiciaco, Inquietudes y Comunidad Juvenil. Los chicos y chicas siguen este itinerario pastoral desde que terminan los estudios de Secundaria, hasta que entran en una Fraternidad Laical Agustiniana. En dichas fraternidades está la familia al completo, también los hijos, en los casos en que los hubiera.
Dentro de unos meses, Lisboa acogerá la Jornada Mundial de la Juventud, del 1 al 6 de agosto. Además, del 25 al 30 de julio, los días previos a la JMJ, los agustinos portugueses serán anfitriones del Encuentro Juvenil Agustiniano, que congregará a jóvenes agustinianos de todo el mundo.
Los Agustinos en Portugal
La Orden de San Agustín estuvo presente en el país desde el año 1244 hasta la desamortización, en que fueron incautados sus bienes y los religiosos se dispersaron. Actualmente, hay cinco religiosos agustinos en dos comunidades, una en Sao Domingos de Rana y otra en Santa Iria de Azoía, donde tienen a su cargo una parroquia en cada lugar.
Ntra. Sra. de Fátima
La Virgen de Fátima y su Santuario, bien podrían considerarse el corazón del catolicismo portugués. En 1917, en medio de un turbulento ambiente político y, en mitad de un páramo inhóspito, situado en el centro geográfico del país, se apareció María seis veces a tres niños pastores (Lucía y sus dos primos, los hermanos santos Francisco y Jacinta Marto). Esta experiencia religiosa tuvo a medio plazo, el efecto de levantar y fortalecer la moral del catolicismo portugués.
Actualmente no hay iglesia portuguesa sin la imagen de Nuestra Señora de Fátima; ni tampoco diócesis, parroquia o movimiento portugués que no tenga actividades programadas en este lugar. Las oraciones, canciones y devociones en torno a Fátima son muy populares. No solo en Portugal, también en España, desde donde, durante todo el año, grupos de parroquias y de diversas realidades eclesiales peregrinan al santuario mariano para mostrar su devoción a la Virgen.
