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El Monasterio agustino de Santa María de La Vid, en Burgos: Centro de Espiritualidad y misión pastoral en la Ribera del Duero

La comunidad de agustinos del Monasterio de Santa María de La Vid (Burgos) la forman actualmente seis religiosos. Pero, ni el Monasterio fue siempre de la Orden de San Agustín, ni la comunidad tuvo siempre el mismo número de religiosos.

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“Los agustinos del Monasterio seguimos el plan de vida marcado por las Constituciones de la Orden de San Agustín -explica el Prior del Monasterio de La Vid, P. Agustín Alcalde-, dando una importancia especial a la vida comunitaria, que incluye la oración, la comida y el recreo en común. Así como el apostolado, tanto parroquial como interno en la Hospedería que tiene el Monasterio. La acogida a los jóvenes, familias y a todas las personas que vienen hasta aquí es fundamental para nosotros. Valoramos el silencio y la tranquilidad que nos da el entorno y la vivencia de una espiritualidad que prima la interioridad”.

La comunidad de agustinos del Monasterio de Santa María de la Vid la forman seis religiosos. Un lugar vinculado siempre al servicio a la Iglesia.
Nuestro pasado

La fecha de comienzo del Monasterio de Santa María de La Vid -situado en la provincia de Burgos, a orillas del Duero, a 18 Km. de Aranda de Duero y unos 39 de Burgo de Osma- puede datarse en el año 1132, con la aparición de la Virgen al Rey Alfonso VII, que le da el nombre de “Virgen de La Vid”. Es en el año 1152 cuando Domingo de Campdespina, primer abad, establece la sede de la abadía premonstratense en los terrenos que ahora ocupa el Monasterio.

La Orden de los Canónigos Premonstratense había surgido en Francia en 1121 fundada por S. Norberto y se arraiga en España a orillas del río Duero, con gran pujanza desde entonces, y así se mantiene hasta 1835, año de la desamortización de Mendizábal.

Los agustinos llegamos a la abadía 30 años después, por la venta que la reina Isabel II hizo a la Orden, para preparar en ella a los futuros sacerdotes orientados a ir a las misiones españolas de Filipinas”, señala el P. Agustín.

La trayectoria del Monasterio se llena de historia y realizaciones, tanto religiosas como culturales, durante el período premostratense y agustiniano. Allí se han formado obispos de ambas órdenes, sacerdotes, religiosos, incluso cardenales.

Desde el Monasterio han surgido iniciativas de importante calado y éxito, no solo para la Iglesia, sino para toda esta región de la Ribera del Duero, que hoy sigue disfrutando de su presencia artística, cultural, espiritual y humana.

El presente

“En la actualidad integramos la comunidad seis agustinos, -afirma el Prior-. El Monasterio, a lo largo de su historia, ha tenido momentos en los que han vivido más de cien miembros, estudiando y/o trabajando en las instalaciones actuales y aledaños. Están en el recuerdo, los tal vez miles de canónigos premonstratenses que implantaron la regla de S. Agustín en la abadía, los cientos de misioneros que fueron a Filipinas, los muchos agustinos que aquí formaron a otros que entregaron incluso su vida como mártires y que han dejado una senda de prestigio, que recorre, no solo la comarca, sino lugares tan alejados como América, África, Asia y, por supuesto, Europa. En este momento, el Monasterio es una de las sedes donde se lleva a cabo el Noviciado interprovincial del Sur de Europa de la Orden de San Agustín”.

El P. Agustín Alcalde señala que el Monasterio de Santa María de La Vid, cuenta con una biblioteca que atiende y cuida la comunidad (elaboración de fichas, investigación, visitas especiales, etc.) de 160.000 volúmenes, entre los que hay manuscritos, incunables, códices manuscritos (beatos) y libros de teología, filosofía, historia y otros muchos temas.

Además, se ofrece servicio pastoral como párrocos en tres pueblos: La Vid, Zuzones y Guma, pertenecientes a la Archidiócesis de Burgos. También se acompañan otras tareas pastorales con las monjas del Monasterio de las MM. Franciscanas Concepcionistas de Peñaranda de Duero y se desempeña el servicio de “guía del Monasterio”, por concesión del Patrimonio, con cinco visitas guiadas diarias.

“Estar pendientes del patrimonio de la casa nos lleva a cuidar (catalogar, restaurar, etc.) de una forma especial los dos museos con que cuenta el Monasterio, con más de 300 piezas de alto valor artístico y económico».

Desde el año 1865 se han llevado a cabo obras permanentes de conservación y restauración del edificio. La última adaptación se ha realizado en las estancias de la “Hospedería Monasterio de La Vid” que, desde la catalogación de la Junta de Castilla y León, tiene el rango de un hotel de tres estrellas. La obra terminó en el año 2020 y, gracias a ella, se dispone en estos momentos de 34 habitaciones, con capacidad para acoger a 80 personas. Entre las ofertas se incluye la visita al Monasterio que guían y acompañan los agustinos. Este trabajo se ha afianzado con la declaración del Monasterio como “entidad Social” y, en 1992, BIC (Bien de Interés Cultural).

El P. Agustín Alcalde subraya que, la tarea principal del Monasterio es potenciar la dimensión de Casa de Espiritualidad, dando prioridad a las actividades que lleven a cabo en la misma los religiosos de la Provincia agustina de San Juan de Sahagún de España.  El “Centro de Espiritualidad”, siguiendo esa línea trazada, comenzó a funcionar en el año 2010 con diferentes actividades. Favorecido este hecho por la pertenencia, a partir del año 2006, a la Asociación de Santuarios y Ermitas de Castilla y León.

Al hablar del día a día y de la historia del Monasterio, el Prior cuenta cómo la figura de Santa María de La Vid ha configurado la espiritualidad de este lugar: “Presente en el retablo de la iglesia del Monasterio, con su belleza indiscutible y como imagen venerada -en su forma actual- desde hace 750 años, ha marcado y dado cuerpo no solo a todo el edificio, sino a una espiritualidad mariana. Desde sus orígenes, la imagen de la Virgen ha atendido como Madre a los peregrinos que han venido a solicitar su ayuda y consuelo”.

Mirando al futuro

La “Marcha Mariana”, peregrinación que se realiza una vez al año, desde el pueblo de Peñaranda de Duero hasta el Monasterio de Santa María de La Vid, lleva ya 35 ediciones, siendo un acontecimiento de encuentro y oración de familias, jóvenes y religiosos agustinos, en honor a la Virgen. Un signo de la espiritualidad agustiniana de amor, unión y fraternidad que el Monasterio de La Vid quiere transmitir a todos aquellos que llaman con el corazón abierto a su puerta. El año pasado la «Marcha Mariana» se suspendió debido al Covid-19, pero la comunidad del Monasterio de La Vid espera que esta actividad se pueda retomar pronto y que los peregrinos que otros años se han acercado hasta allí para rezar a los pies de la Virgen puedan volver a hacerlo.

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