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Oración por los religiosos y religiosas víctimas de la Covid-19

Son 391 los consagrados, hombres y mujeres, pertenecientes a 78 congregaciones religiosas, tanto de vida contemplativa como de vida activa, los que han fallecido víctimas de la Covid-19 desde que comenzó la epidemia en el mes de marzo de este año.

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En el caso de la Provincia agustiniana de San Juan de Sahagún de España, son cinco los religiosos agustinos que han fallecido diagnosticados con el virus, y que se encontraban en las residencias de atención especial que la Orden de San Agustín tiene en Palencia, León y Salamanca. También existen indicios, en el caso de otros hermanos, de que su muerte haya podido estar relacionada con el Covid-19.

Los agustinos se unen a la oración convocada por la Conferencia Episcopal para rezar por los religiosos fallecidos por Covid-19, el 21 de noviembre.

En acción de gracias por sus vidas entregadas y de servicio, el sábado 21 de noviembre, estamos invitados a unirnos a la oración que convoca la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la CEE, en “recuerdo orante y agradecido” por los Consagrados víctimas de la Covid19.

El presidente de la Comisión, el obispo electo de León y administrador diocesano de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras Berzal, destaca que quienes han sido llamados a la casa del Padre a causa del contagio del coronavirus tienen un rostro único y un nombre propio delante de Dios, “y así los recordamos y honramos en nuestra oración”.

Además, asegura, que se ha escogido esta fecha porque es en la que se celebra la Memoria de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María, modelo de consagración y seguimiento para las personas consagradas.

ORACIÓN:
María, Madre y Hermana nuestra
Tú resplandeces siempre en nuestro camino
Como signo de salvación y esperanza.

Nosotros nos confiamos a ti.
Salud de los enfermos,
Que junto a la cruz te asociaste a dolor de Jesús,
manteniendo firme tu fe.

En tus manos ponemos a todos nuestros hermanos y hermanas
de la Vida consagrada que han fallecido,
durante esta pandemia.

Tú, madre de todo consuelo,
sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás,
para que, como en Caná de Galilea,
pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
a conformarnos a la voluntad del Padre y hacer lo que nos diga Jesús,
que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos
y se ha cargado con nuestros dolores para llevarnos, a través de la cruz,
a la alegría de la resurrección.

Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios:
no deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡Oh Virgen gloriosa y bendita! ¡Amén!

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